¿Sabías que la prediabetes es más que una condición pasajera o simplemente un indicador de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2? Según recientes informes, como el publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, esta condición ha alcanzado proporciones alarmantes a nivel mundial. Por ejemplo, en el Reino Unido, más de 12 millones de personas viven con diabetes o prediabetes, y en Estados Unidos, alrededor del 38% de los adultos tienen prediabetes. Estos números no solo reflejan una creciente epidemia global, sino también una oportunidad clave para prevenir complicaciones graves.
¿Qué es la prediabetes?
La prediabetes se define como un estado en el que los niveles de glucosa en sangre son más altos de lo normal, pero aún no suficientemente altos como para ser diagnosticados como diabetes tipo 2. Esto puede detectarse mediante pruebas como:
- Glucosa en ayunas entre 100–125 mg/dL.
- Niveles de glucosa entre 140–199 mg/dL dos horas después de una prueba de tolerancia oral a la glucosa.
- HbA1c (glucosa promedio en los últimos meses) entre 5.7% y 6.4%.
Sin embargo, la prediabetes no es solo un número en una escala glucémica. Es una señal de advertencia importante que está estrechamente relacionada con el síndrome metabólico y otras condiciones graves, como enfermedades cardiovasculares.
Riesgos asociados a la prediabetes
Un análisis de datos de más de 10 millones de personas reveló que la prediabetes está vinculada a:
- Un aumento del 13% en el riesgo de mortalidad por todas las causas .
- Un incremento del 15% en el riesgo de enfermedades cardiovasculares .
- Un mayor riesgo de cardiopatía coronaria y accidentes cerebrovasculares.
Además, estas cifras pueden ser aún más preocupantes en personas con enfermedad cardiovascular previa. Por ejemplo, quienes ya padecen aterosclerosis tienen un riesgo 36% mayor de mortalidad si también tienen prediabetes.
Factores de riesgo principales
Algunos de los factores que aumentan la probabilidad de desarrollar prediabetes incluyen:
- Sobrepeso u obesidad.
- Edad avanzada (mayor de 45 años).
- Antecedentes familiares de diabetes.
- Dieta poco saludable y falta de actividad física.
- Condiciones previas como enfermedad hepática grasa asociada a disfunción metabólica o diabetes gestacional.
- Desigualdad socioeconómica.
- Raza y etnia también juegan un papel: las personas de origen asiático, negro o hispano tienen tasas más altas de prediabetes en comparación con los blancos.
¿Es posible revertir la prediabetes?
¡Sí! La buena noticia es que la prediabetes puede tratarse o incluso revertirse con cambios intensivos en el estilo de vida, como:
- Reducción de calorías.
- Aumento de la actividad física. En algunos casos, medicamentos como metformina o agonistas del receptor de GLP-1 (como semaglutida) pueden ayudar. De hecho, un estudio reciente mostró que el 81% de los participantes tratados con semaglutida 2.4 mg recuperaron niveles normales de glucosa, frente al 14% en el grupo placebo.
La prediabetes es el último punto en el espectro glucémico donde aún podemos detener el avance hacia la diabetes tipo 2. Sin embargo, muchas veces se subestima su importancia, viéndola únicamente como un «factor de riesgo». Esto debe cambiar. Detectar y tratar la prediabetes temprano no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que también reduce la carga económica sobre los sistemas de salud, que enfrentan desafíos significativos debido a la creciente prevalencia de diabetes y sus complicaciones.
Para abordar este problema, es necesario:
- Educación : Informar a las personas sobre su riesgo de diabetes tipo 2.
- Detección temprana : Implementar pruebas simples y coste-efectivas para identificar casos de prediabetes.
- Intervención focalizada : Priorizar el tratamiento de aquellos con mayor riesgo de progresión.
Conclusión
La prediabetes no debe verse como un simple escalón hacia la diabetes tipo 2, sino como una oportunidad crítica para intervenir y prevenir consecuencias graves. Con conciencia, acción temprana y herramientas adecuadas, podemos reducir el impacto de esta creciente crisis de salud pública y mejorar el bienestar de millones de personas en todo el mundo. ¡No esperemos a que sea demasiado tarde!