Por Juan Pablo
González-Rivas

Agosto 25, 2022

Ayudemos a detener el estigma hacia la obesidad

Estigma representa actitudes y creencias negativas que “desacreditan o rechazan” a una persona, o a un grupo, considerándoles diferentes. Sin razón, las personas con obesidad pueden ser percibidas (sin evidencia) como perezosas, glotonas, sin fuerza de voluntad ni autodisciplina. Las personas con sobrepeso u obesidad son vulnerables al estigma y la discriminación en el lugar de trabajo, la educación, los entornos de atención médica y la sociedad en general.

Estudios de investigación han demostrados hallazgos lamentables:

  • Niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad tienden a estar más socialmente aislados y sufrir de victimización verbal, física y por las redes sociales.
  • Personas sufriendo de estigma padecen más de síntomas de ansiedad, depresión, baja autoestima y abuso de sustancias.
  • El estigma contribuye a que las personas sean más sedentarias y realicen menos actividad física.
    La evidencia sugiere que los médicos pasan menos tiempo en la consulta y proveen menos recomendaciones a pacientes con sobrepeso u obesidad.
  • En personas buscando trabajo la evidencia muestra que las compañías tienen a percibir las personas con obesidad menos competentes que las más delgadas. Adicionalmente se ha reportado que las personas con obesidad comienzan con salarios más bajos. 

La eliminación del estigma hacia la obesidad requiere que se cambie el entendimiento erróneo de la obesidad. Hay una serie de ideas erradas sobre la obesidad que fueron resumidas en la “Declaración conjunta de consenso internacional para acabar con el estigma de la obesidad” publicada en 2020:

  1. Peso corporal = calorías que entran – calorías que salen: Esta ecuación es una sobre simplificación del problema de la obesidad. Esto representaría que la obesidad solo depende de dos variables, cuantas calorías entras y cuantas salen. La realidad es que el peso depende de una compleja interacción entre la biología, conducta y ambiente.
  2. La obesidad es causada principalmente por comer en exceso de forma voluntaria y un estilo de vida sedentario: Hay clara evidencia que el mismo nivel de actividad física no beneficia de similar manera a todas las personas. Similarmente, el metabolismo de una persona se ve influenciado por múltiples componentes incluyendo su genética, sueño, estrés, contaminantes ambientales, etc.
  3. Obesidad es una elección de estilo de vida: Dados los efectos negativos de la obesidad en la calidad de vida, los riesgos bien conocidos de complicaciones graves y la reducción de la esperanza de vida asociada con ella, es un error definir la obesidad como una elección.
  4. La obesidad es una condición, no una enfermedad: Actualmente múltiples sociedades científicas a nivel mundial reconocen la obesidad como una enfermedad, no un factor de riesgo, ni una condición. Esto tiene importantes implicaciones terapéuticas.
  5. La obesidad severa generalmente es reversible al comer menos y hacer más ejercicio voluntariamente: Esta creencia no está apoyada por la evidencia científica. El peso está controlado por múltiples factores hormonales más allá de la conducta. Cuando se reduce de peso, múltiples factores hormonales son activados para restaurar el peso, esto crea hambre y reduce la saciedad.

El estigma a la obesidad puede resultar en discriminación y socavar los derechos humanos, los derechos sociales y la salud de las personas afectadas.

Entendiendo problema podemos contribuir a reducir los efectos del estigma.